Cuando Larry Page y Sergey Brin empezaron en 1997 un proyecto de buscador que acabaría convirtiéndose en Google, no creo imaginasen la increíble popularidad que este podría llegar a alcanzar, y mucho menos la increíble diversificación que Google acabaría teniendo.
Desde uno de los servicios de correo electrónico más usados del mundo hasta mapas interactivos que cubren medio mundo no sólo con imágenes de satélite sino también en primera persona pasando por herramientas para feeds, calendarios y agendas, Google es todo un imperio que ha ido creciendo poco a poco, pero a pasos agigantados.
Su último proyecto de dispositivo propio va mucho más allá. Se trata de Google Glass, unas gafas de algo así como realidad aumentada que nos permitirán ver a través de ellas y poder interactuar tanto con nuestro entorno como con las aplicaciones típicas de un smartphone. Y es precisamente aquí donde nos queremos centrar hoy, en las aplicaciones.
Verle el sentido a Google Glass no es fácil si no tenemos ejemplos de lo que podemos hacer con ellas, y hacer fotografías y grabar vídeos es demasiado poco para lo que una idea como esta es. Estos días se está celebrando la feria SXSW, en la que se habla sobre todo un poco, siempre centrado en la tecnología, pero pasando también a ramas como la música y el cine. Ayer Google nos habló más sobre sus gafas, y se centraron en las aplicaciones. Es más, nos llegaron a enseñar algunas ya en funcionamiento, marcando el camino que este proyecto tiene que seguir.
En el fondo las aplicaciones son lo que realmente nos enseñan qué podemos hacer con algo, y a la hora de vender el producto y mostrar sus posibilidades, son imprescindibles. Por eso Google está empezando a mostrarlas. Entre las que se pudieron ver ayer, destacan Gmail, capaz de reconocer gestos de los ojos y leernos correos o permitirnos responder gracias al dictado por voz, Evernote, que nos permitirá tomar fotos con la cámara de Google Glass y compartirlas en Sktich, o Path, que podéis imaginaros lo bien que combinará con un producto que ve directamente todo lo que hacemos. Podría convertirse en la evolución de la red social del futuro.
Es ahora cuando Google Glass va a poder empezar a mostrar su potencial y enseñarnos si de verdad es un producto que nos servirá en el futuro o se quedará sólo en una maravillosa idea futurista pero que no acabará de convencer. Por ahora son pocas las aplicaciones que se han enseñado, pero recordemos que estamos en una fase muy temprana del desarrollo del producto, y que irá cambiando constantemente buscando cuál es el mejor camino para recorrer.
¿Qué opinas sobre el futuro de Google Glass? ¿Crees que realmente encontrará su hueco en el mercado o se te hace difícil ver que algo así funcione?